En Santander.
¿Es posible combinar todas las comodidades de lo urbano con la belleza de lo natural? La respuesta es Santader. La capital de Cantabria ha sabido hacerse con todas las ventajas de vivir en una gran (y preciosa) ciudad sin poner en detrimento su atractivo natural. Y justo ahí reside su encanto. En Habitale Marisol Ceballos somos muy conscientes de que vivir en Santander es un regalo y hoy queremos explicarte cómo se siente aquí el día a día.
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La vida en Santander, todo un privilegio
Mar, montaña, edificios emblemáticos, tiendas y todo lo que puedas soñar: existe una delgada línea que une las maravillas de la naturaleza con las de la ciudad y se encuentra en este rincón de la costa norte de España. Quien dijera aquello de “nunca llueve a gusto de todos” seguramente nunca pisó Santander; un lugar mágico que armoniza a la perfección las dos caras de la moneda para que todos sus habitantes sientan que no les falta de nada en su rutina.
Ya te hemos explicado anteriormente cómo es vivir en Cantabria, entre paisajes naturales, delicias gastronómicas, tranquilidad, patrimonio artístico y arquitectónico, y su agradable climatología. De todas las opciones de esta comunidad autónoma, Santander es sin duda la ideal para quienes son más urbanitas y optan por una ciudad más grande y poblada, sin perder el encanto cántabro.
Si quieres seguir leyendo, déjanos hacerte un spoiler. Te van a entrar ganas de comprar tu casa en Santander y empezar a gozar de un estilo de vida más relajado, saludable y en conexión contigo y la naturaleza.
4 razones para vivir en Santander
¿Sabes esa sensación de sacarle una fotografía a un paisaje precioso y sentir que no le hace justicia? Algo parecido ocurre cuando intentas explicarle a alguien cómo es el privilegio de vivir en Santander. Aunque cualquier lista se queda corta, hemos intentado resumir las 4 razones por las que la vida en esta localidad de Cantabria es una vida mejor:
Mucho por descubrir
Pasear por las calles de Santander es como pasar las páginas de un libro sobre historia y riqueza cultural. Un libro que, por cierto, sí puedes juzgar por su portada, porque créenos: lo que vas a descubrir callejeando por el interior de la ciudad te va a gustar tanto o más que la imagen de paraíso que aparece cuando buscas ‘Santander’ en Google Imágenes. Tanto es así que ni siquiera los santanderinos nos cansamos de releerlo y callejearlo una y otra vez.
Sus palacios con vistas que te dejarán sin aliento; la plaza Alfonso XIII y los edificios emblemáticos de Correos y el Banco de España; los Jardines de Pereda, un parque construido sobre el antiguo puerto y los muelles mercantiles de Santander; la Catedral de Nuestra Señora de la Asunción y su claustro; la Plaza del Ayuntamiento y el Mercado de La Esperanza: todos estos atractivos y muchos más que se cruzarán en tu camino por la ciudad, forman parte de la belleza única de Santander, llena de curiosidades e historias por descubrir.
Mil rincones para desconectar
Si el ajetreo de la ciudad te abruma, tu único problema será decidir en cuál de los muchos rincones llenos de paz en Santander quieres desconectar y coger aire fresco. No hay mejor tranquilidad que tener la certeza de que la naturaleza siempre está de tu parte, bien cerquita de ti. Te sorprenderá ver cuántas veces la capital deja paso a la madre tierra para cederle todo el protagonismo al lado más rural de la vida en Santander.
Senderos, playas, miradores y parques: tanto si conectas más con el ambiente marinero como con el verde de las montañas, esta ciudad tiene miles de regalos para compartir contigo. A veces solo necesitamos un paseo por una de sus muchas playas desiertas o por sus senderos para conectar con lo que de verdad importa y volver a sentir la calma. Para nosotros, nada como leer un buen libro cerca de las barquitas amarradas en la pequeña ría de San Pedro del Mar, disfrutar después de lo mejor de la gastronomía de Cantabria en una de sus tabernas marineras y (lo mejor para el postre) dar un paseo por la pequeña y rocosa playa de La Maruca. Promesa: volverás a casa con las pilas recargadas.
Belleza por todo lo alto
Un atardecer, tu cámara de fotos y escoger uno de los muchos miradores de Santander es todo lo que necesitas para admirar toda su belleza desde las alturas. Los tenemos de todas las formas y colores; la Torre de la Catedral, el Faro de Cabo Mayor o el de la Cerda, el mirador de los Jardines de Piquío o el Funicular del Río de la Pila. Como te imaginarás, la lista sigue y sigue, y desde Habitale Marisol Ceballos te animamos a descubrirla en primera persona.
La capital del deporte al aire libre
Santander respira salud gracias a su exquisita gastronomía y a todas las oportunidades que ofrece la ciudad para practicar deporte en plena naturaleza. Para muchos, Cantabria es sinónimo de surf y es que su ubicación nos regala muchas de las mejores olas de la península. Sin embargo, su capital no solo es un paraíso para los surfistas; sus largos paseos, sus parques y sus vistas también lo convierten en un destino y hogar ideal para los amantes del running, el ciclismo de montaña y el senderismo. Es más: la navegación a vela, que cada vez está ganando más adeptos, también triunfa en esta ciudad de espíritu deportista.
Santander, una de las capitales más deseadas de España
Ahora que ya entiendes por qué vivir en Santander es todo un privilegio, seguramente te estés imaginando tu vida ideal aquí. En tu agencia inmobiliaria de confianza en Cantabria ponemos a tu disposición todo nuestro conocimiento y años de experiencia para ayudarte a encontrar el hogar de tus sueños al precio más justo y con el máximo ahorro de tu tiempo y tranquilidad. Ponte en contacto con nuestro equipo experto y múdate a una de las capitales españolas más deseadas, para disfrutar desde ya de toda la belleza que Santander tiene para regalarte.
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